Braga, una ciudad que fusiona historia, cultura y modernidad, es conocida por su encanto portugués y su belleza única. En mi última visita a esta impresionante ciudad, decidí darme el lujo de alojarme en uno de los hoteles más lujosos y exclusivos de la ciudad, para disfrutar de una experiencia única. Después de explorar varias opciones, elegí el Hotel do Elevador, un lugar que ofrece una estancia que se siente como un sueño de reyes. A continuación, comparto todos los detalles de esta experiencia, que sin duda me dejó recuerdos imborrables.
1. Ubicación perfecta: entre historia y naturaleza
El Hotel do Elevador está ubicado en un lugar privilegiado, en el corazón de Braga, cerca de uno de los puntos turísticos más icónicos de la ciudad: el Santuario do Bom Jesus do Monte. Esta ubicación, que ofrece vistas impresionantes sobre la ciudad y las montañas circundantes, me permitió disfrutar no solo de la tranquilidad, sino también de la cercanía con algunos de los lugares más representativos de Braga.
Al estar tan cerca de un sitio tan importante, pude explorar el santuario y sus alrededores a pie, disfrutando de los hermosos jardines, las fuentes y las escaleras barrocas que hacen de este lugar un punto de referencia obligado. Además, el hotel está a solo unos minutos en coche del centro de Braga, por lo que tuve fácil acceso a la vida urbana de la ciudad cuando quise disfrutar de su oferta cultural y gastronómica.
2. El lujo de la entrada
Nada más llegar al Hotel do Elevador, me di cuenta de que este lugar no es un hotel común. Desde la entrada, el ambiente histórico y la atención al detalle eran evidentes. El lobby del hotel tiene una decoración elegante y clásica, con una mezcla de elementos modernos que hacen que el espacio se sienta acogedor y lujoso al mismo tiempo. Un equipo de recepción amable y profesional me recibió con una sonrisa y me ofreció un cóctel de bienvenida, lo que me hizo sentir muy especial desde el primer momento.
3. Una habitación digna de reyes

Al dirigirme a mi habitación, me sorprendió el nivel de confort y lujo que me esperaba. El Hotel do Elevador cuenta con diversas categorías de habitaciones, y yo opté por una suite deluxe con vistas panorámicas al santuario y a la ciudad de Braga. La habitación era espaciosa, con una decoración elegante y contemporánea, donde los tonos cálidos y los acabados en madera le daban un toque de sofisticación.
La cama era increíblemente cómoda, con sábanas de alta calidad y almohadas de plumas que garantizaban un descanso perfecto. En cuanto al baño, era un spa en sí mismo: una bañera de hidromasaje con vista panorámica, un sistema de ducha con múltiples funciones y productos de baño de lujo de la marca Bulgari. Además, el hotel proporciona albornoces y pantuflas suaves para mayor comodidad. Sin duda, un espacio diseñado para relajarse y desconectar.
4. Servicios exclusivos y atención personalizada
Una de las experiencias más destacadas de mi estancia fue el nivel de servicio personalizado que ofrece el Hotel do Elevador. El personal se mostró en todo momento atento, profesional y dispuesto a ayudarme en lo que necesitara. Desde el servicio de limpieza, que mantuvo mi habitación impecable durante toda mi estancia, hasta el personal del restaurante, que me ofreció recomendaciones culinarias locales para disfrutar al máximo de la gastronomía de Braga.
Durante mi estancia, pude disfrutar de una serie de servicios de lujo, como el spa del hotel, donde pude relajarme después de un día explorando la ciudad. Además, el hotel cuenta con un gimnasio bien equipado y una piscina al aire libre con vistas espectaculares, que se convirtió en el lugar perfecto para disfrutar de la puesta de sol después de un día ajetreado.
5. Gastronomía en su máxima expresión
Una de las experiencias más memorables fue la cena en el restaurante Gastronômico, que se encuentra en el mismo hotel. La cocina portuguesa se lleva a otro nivel aquí, con un menú que destaca por su creatividad y sabor. Decidí probar el menú degustación, que incluía platos como el bacalao a bras, una versión moderna del tradicional bacalao portugués, y el cabrito asado, un plato típico de la región del norte de Portugal. Todo acompañado de una selección de vinos portugueses recomendados por el sommelier del hotel, quien me explicó con gran detalle las características de cada vino.
El ambiente del restaurante es sofisticado y acogedor, con vistas a los hermosos jardines del hotel. La atención en todo momento fue impecable, y el personal se mostró siempre dispuesto a hacer que mi experiencia fuera aún más especial.
6. La experiencia de un viaje en el tiempo
Lo que realmente me sorprendió del Hotel do Elevador es cómo combina el lujo moderno con la historia. Este hotel tiene una rica tradición que se remonta a su inauguración en el siglo XIX, lo que lo convierte en una verdadera joya histórica en Braga. Al caminar por los pasillos, sentí que cada rincón del hotel contaba una historia, y en cada detalle se reflejaba el legado histórico de la ciudad.
La arquitectura del hotel es impresionante, con una mezcla de estilos que van desde el neoclásico hasta el modernismo, lo que hace que cada estancia en el hotel sea un viaje en el tiempo. Me encontré con varias áreas comunes, como salones y terrazas, que tienen una atmósfera de lujo y confort, perfectas para relajarse o disfrutar de una bebida.
7. Precios y cómo reservar

La experiencia en el Hotel do Elevador no es barata, pero sin duda vale cada centavo. El precio de la suite deluxe con vistas panorámicas a la ciudad y al santuario fue de aproximadamente 250 euros por noche, lo cual, dada la calidad del servicio y las comodidades que ofrece, considero que es una excelente relación calidad-precio. Además, el hotel ofrece varias promociones y paquetes especiales para estancias más largas, lo que puede resultar interesante si se planea disfrutar del lujo durante unos días adicionales.
Reservé mi estancia en el Hotel do Elevador a través de la plataforma Booking.com, donde encontré tarifas competitivas y la posibilidad de leer reseñas de otros huéspedes, lo que me ayudó a decidirme por este hotel en particular. También pude realizar la reserva con facilidad y acceder a beneficios adicionales como el check-in temprano y el check-out tardío, lo que hizo que mi experiencia fuera aún más conveniente.
8. Disfrutando del entorno y actividades cercanas
Aparte de la maravillosa experiencia en el hotel, la ubicación en el Santuario do Bom Jesus do Monte me permitió disfrutar de un entorno natural único. Durante mi estancia, aproveché la cercanía al santuario para hacer caminatas por los senderos que rodean el área. El entorno es ideal para quienes buscan un poco de paz y tranquilidad en medio de la naturaleza.
Además, la ciudad de Braga es rica en historia y cultura, con varios monumentos y lugares de interés como la Catedral de Braga, el Palacio de los Duques de Braganza y los jardines de Santa Bárbara, todos ellos fácilmente accesibles desde el hotel.
9. El lujo que se siente en cada detalle
Lo que realmente distingue al Hotel do Elevador es la atención al detalle. Cada aspecto de mi estancia fue cuidadosamente diseñado para ofrecer una experiencia de lujo, desde la decoración de la habitación hasta los pequeños gestos del personal que hicieron que me sintiera como parte de la familia. La combinación perfecta de lujo, comodidad y cultura histórica convierte a este hotel en una de las mejores opciones para aquellos que buscan una experiencia de alojamiento sin igual en Braga.
Sin lugar a dudas, el Hotel do Elevador me proporcionó una estancia memorable que superó todas mis expectativas. No es solo un lugar para dormir, sino un destino en sí mismo, donde el lujo y la historia se fusionan para ofrecer una experiencia única.