Cada ciudad tiene un alma única, y Sevilla es sin duda de esas que cautivan a primera vista y, a medida que la exploras, te sumerges cada vez más en su encanto. Como la joya brillante del sur de España, Sevilla atrae a innumerables visitantes con su rica historia, deslumbrante arquitectura y vibrante ambiente cultural. Para mí, cada calle y cada rincón de Sevilla son una imagen digna de ser capturada. Este viaje me llevó a tomar mi cámara y a intentar capturar el alma de esta ciudad a través de mis lentes.
La Catedral de Sevilla en la Luz de la Mañana
Cuando los primeros rayos de sol de la mañana tocan las agujas de la Catedral de Sevilla, la ciudad parece despertarse de su sueño. La Catedral de Sevilla es una de las mayores catedrales góticas del mundo y uno de los monumentos más icónicos de la ciudad. Elegí visitarla al amanecer, no solo porque a esa hora hay menos turistas, sino porque la luz matutina añade una sensación de tranquilidad a este imponente edificio.
El exterior de la catedral es extremadamente impresionante, con sus altas torres, intrincadas esculturas y majestuosa cúpula, todos ellos ejemplares del arte arquitectónico medieval. En la suave luz de la mañana, utilicé un objetivo gran angular para intentar encuadrar toda la estructura, capturando su majestuosa presencia. Luego, me acerqué lentamente, buscando los ángulos más únicos para componer mis fotos: ya sea fotografiando hacia arriba para destacar la altura de las torres, o capturando de cerca los detalles exquisitamente tallados, me impregnaba de una profunda sensación de historia.
Al entrar en la catedral, la luz disminuyó drásticamente, pero la luz que atravesaba los vitrales seguía brillando como un arcoíris. En este entorno, ajusté la apertura y la velocidad del obturador de mi cámara, registrando con cuidado esta atmósfera sagrada y serena. Especialmente al fotografiar la nave central, me impresionó la grandeza del espacio y su profundidad. Al tomar las fotos, elegí un ángulo bajo, lo que no solo resalta la altura de la cúpula, sino que también captura los destellos irregulares reflejados en el suelo.
La Giralda al Amanecer
Si la Catedral de Sevilla es una majestuosa epopeya, la Giralda es sin duda uno de sus capítulos más rítmicos. Como parte de la catedral, la Giralda fue originalmente un minarete islámico antes de ser convertida en campanario. Este torreón no solo es un símbolo de Sevilla, sino también uno de los mejores lugares para fotografiar el panorama de la ciudad.
Subir los escalones de la Giralda no es fácil, pero la escalada me permitió experimentar poco a poco el sabor histórico de la torre. En la madrugada, desde la cima, se podía ver toda la belleza de Sevilla. En ese momento, el sol apenas comenzaba a salir, bañando cada rincón de la torre con una luz dorada. Ante tal paisaje, tomé mi cámara y seleccioné el ángulo más representativo para la toma, enmarcando las ventanas arqueadas de la torre en primer plano y capturando el contorno de la ciudad y el cielo en el fondo.
La luz era muy suave aquí, así que opté por un tiempo de exposición un poco más largo, permitiendo que la luz y la sombra se entrelazaran en la foto, creando un efecto de ensueño. A medida que el sol se elevaba, la luz se volvía más intensa, por lo que usé un filtro polarizador para reducir los reflejos y aumentar la saturación del azul en el cielo. La captura de este momento no solo inmortalizó el amanecer en Sevilla, sino que también me permitió sentir la atmósfera única de esta ciudad, donde la serenidad y la vitalidad coexisten en la mañana.
La Colorida Plaza de España
Al entrar en la Plaza de España, sentí como si estuviera rodeado por un mar de colores. La Plaza de España es famosa por su diseño semicircular, su opulenta decoración arquitectónica y sus deslumbrantes azulejos, lo que la convierte en una visita obligada en Sevilla. Cada pared y cada rincón de este lugar están llenos de inspiración fotográfica.
En el centro de la plaza, encontré una posición ideal para tomar fotos: desde aquí, se puede capturar toda la curva de la plaza y los edificios en la distancia. Para resaltar la grandiosidad de la plaza, utilicé un objetivo gran angular y tomé fotos desde un ángulo bajo para acentuar la sensación de espacio de la plaza y la profundidad de los edificios. En esta imagen, el cielo azul, la plaza y los edificios forman un contraste perfecto, mostrando una belleza armoniosa.
Luego, me acerqué lentamente a las estructuras decoradas con azulejos de colores, cada uno de los cuales es exquisito y muestra el estilo de diferentes regiones. Me encantaron especialmente los murales que representan la historia de las provincias de España, así que utilicé un objetivo de distancia focal media para capturar estos detalles uno por uno. Al tomar las fotos, noté cómo la luz se reflejaba en los azulejos, creando puntos de luz. Para realzar este efecto, ajusté el balance de blancos de la cámara para hacer que los colores fueran más vivos y llenos de vida.
Al fotografiar los pequeños puentes que cruzan la plaza, descubrí que las curvas de estos puentes y la arquitectura de la plaza crean una simetría armoniosa. Aquí, elegí un ángulo alto para tomar fotos, incorporando los puentes, la plaza y los edificios lejanos en un solo encuadre, mostrando un efecto visual lleno de capas. Esta forma de fotografiar desde múltiples ángulos me permitió capturar la incomparable belleza arquitectónica y cromática de la Plaza de España.
El Real Alcázar Bajo el Sol
El Real Alcázar, este palacio lleno de encanto árabe, es otra joya de Sevilla. Su estilo arquitectónico fusiona elementos mudéjares, góticos y renacentistas, convirtiendo todo el palacio en un laberinto artístico donde cada sala y cada patio están llenos de sorpresas.
Cuando entré por primera vez en el Real Alcázar, me quedé impresionado por la estética clásica que me rodeaba. Las paredes del palacio están decoradas con intrincados patrones y azulejos de colores vivos que forman varias formas geométricas. Para capturar los detalles finos de estos adornos, utilicé un objetivo fijo de 50mm. Debido a la complejidad de la luz en el lugar, también utilicé un flash externo para asegurarme de que cada detalle fuera visible y claro.
Los patios del Real Alcázar son también lugares ideales para tomar fotos. En particular, el Patio de los Leones, con sus arcos perfectamente alineados y la fuente en el centro, crea una sensación de simetría. Me situé en el centro del patio y usé un objetivo de largo alcance para acercar los arcos en la distancia, destacando la belleza de las líneas arquitectónicas y haciendo que la fuente en primer plano actúe como una guía visual que lleva la vista del espectador más profundamente en la imagen.
Finalmente, llegué a los jardines del Real Alcázar. Este jardín parece haber salido de un cuadro medieval, con flores en plena floración y árboles que proyectan sombras. La luz del sol se filtraba a través de las hojas, cayendo en los caminos empedrados, creando un juego de luces y sombras que añadía un toque poético. Tomé mi cámara y utilicé una gran apertura para fotografiar flores en primer plano, desenfocando el fondo para hacer que las flores se destacaran, casi como si pudieras oler su fragancia. En los largos corredores del jardín, combiné tomas desde arriba y desde abajo, capturando no solo la sensación de longitud del corredor, sino también el diálogo entre el verde sin fin y el cielo azul.
Las Calles y Balcones de Sevilla
Al dejar atrás esos famosos monumentos, las calles y balcones de Sevilla revelan otro aspecto de esta ciudad. Estas calles estrechas, edificios antiguos y balcones adornados con flores son la mejor representación del ambiente de vida de la ciudad.
Lo que más me fascinó en Sevilla fueron esas callejuelas serpenteantes. A ambos lados de estas calles, las paredes están recién encaladas de blanco, cubiertas de enredaderas y flores, y a veces se pueden ver macetas de colores colgando de los balcones. Estas escenas llenas de vida cotidiana me hicieron detenerme y capturarlas con mi cámara.
Al fotografiar estas calles, a menudo elegí hacerlo desde un ángulo bajo o alto para resaltar la sensación de profundidad y extensión de los callejones. Me gusta especialmente la luz y la sombra que se filtran a través de las callejuelas estrechas, como si envolvieran estas antiguas paredes con una cálida capa de luz. Para capturar este efecto de luz y sombra, ajusté la compensación de exposición para hacer que el contraste entre la luz y la sombra fuera más pronunciado, destacando la profundidad y tranquilidad de las calles.
Al mismo tiempo, los balcones adornados con flores son también una parada obligada para mi lente. Los residentes de Sevilla aman decorar sus balcones con una variedad de flores, cuyas vibrantes colores contrastan fuertemente con las paredes
blancas. Capturé los balcones desde un ángulo lateral, usando una apertura pequeña para asegurarme de que tanto las flores en primer plano como el fondo estuvieran enfocados, destacando la belleza de esta vida simple.
Al caminar por las calles de Sevilla, a menudo me encontraba con tiendas de antigüedades y pequeños cafés llenos de encanto. Estas tiendas están llenas de objetos antiguos, cada uno de los cuales parece contar una historia. Capturé estas pequeñas tiendas desde afuera, tratando de capturar la calidez y la historia que emanaban. Al ajustar la saturación del color, hice que las fotos presentaran un tono cálido, como si estuvieras reviviendo esos días pasados en una era pasada.
Cada rincón de Sevilla, cada calle y cada balcón, son para mí un gran lienzo, mostrando la belleza de esta ciudad en cada instante. Aunque es imposible captar la totalidad de Sevilla con la cámara, espero que mis fotos puedan mostrar una fracción de su encanto, permitiéndote sentir esa pasión y calidez que esta ciudad tiene para ofrecer.